Los cerramientos y barandillas de aluminio aportan elegancia, ligereza y resistencia a cualquier espacio, ya sea en viviendas, terrazas o edificios. Sin embargo, la exposición continua al sol, la lluvia o la contaminación puede afectar su aspecto con el paso del tiempo. Mantener estas estructuras limpias no solo mejora su estética, sino que también prolonga su vida útil.
En esta guía te explicamos cómo limpiar correctamente tus cerramientos y barandillas de aluminio sin dañarlos, utilizando productos sencillos y técnicas efectivas.
Importancia de mantener las barandillas de aluminio limpias
El aluminio es un material muy duradero, pero como cualquier superficie expuesta al exterior, requiere cuidados mínimos para conservar su brillo natural. La suciedad acumulada, el polvo o los residuos de contaminación pueden opacar su color e incluso deteriorar la capa protectora del material.
Una limpieza periódica no solo evita la aparición de manchas o corrosión superficial, sino que también preserva la integridad de las barandillas de aluminio y los cerramientos durante más tiempo.
Materiales y productos recomendados
Antes de comenzar, es fundamental elegir productos que respeten las propiedades del aluminio. No todos los limpiadores domésticos son adecuados.
Productos recomendados:
- Agua tibia con jabón neutro.
- Paño de microfibra o esponja suave.
- Vinagre blanco diluido (para eliminar restos de cal).
- Cera o silicona líquida protectora, ideal para zonas costeras o muy soleadas.
Evita siempre:
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Lejía, amoníaco o disolventes fuertes.
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Estropajos metálicos o abrasivos.
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Limpiadores ácidos o productos desengrasantes industriales.
El uso de artículos suaves es esencial para no rayar ni opacar el acabado de las barandillas de aluminio.
Pasos para limpiar correctamente cerramientos de aluminio
El proceso de limpieza no requiere esfuerzo, pero sí constancia. Una frecuencia adecuada garantiza que las superficies se mantengan impecables sin necesidad de tratamientos especiales.
- Elimina el polvo y las partículas sueltas.
Utiliza un trapo seco o una brocha suave para retirar el polvo acumulado en los perfiles y esquinas. - Limpia con agua jabonosa.
Mezcla agua tibia con unas gotas de jabón neutro. Aplica con un paño o esponja realizando movimientos suaves. - Aclara con agua limpia.
Retira todo rastro de jabón para evitar manchas. Si hay zonas difíciles, puedes usar vinagre diluido en agua. - Seca cuidadosamente.
Usa un paño de microfibra para evitar marcas y devolver el brillo natural del aluminio. - Aplica una capa protectora (opcional).
En exteriores, aplicar cera o silicona líquida ayuda a proteger el acabado de la radiación solar y la humedad.
Frecuencia recomendada:
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Cada 2 o 3 meses en entornos urbanos.
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Una vez al mes si vives en zona costera o con alta exposición a la contaminación.
Cómo limpiar barandillas de aluminio interiores y exteriores
Las barandillas de aluminio, tanto en interiores como exteriores, requieren una atención especial debido a su contacto directo con el entorno.
En interiores, basta con una limpieza ligera cada cierto tiempo, mientras que en exteriores es necesario eliminar periódicamente los residuos de polvo, agua o salitre.
Pasos básicos para limpiar barandillas de aluminio:
- Retira el polvo superficial con un paño seco.
- Limpia con agua y jabón neutro, frotando de forma suave.
- Aclara y seca bien, especialmente en las zonas donde se acumula el agua.
- Revisa uniones y anclajes. Si existen tornillos o herrajes metálicos, límpialos y aplica un poco de lubricante de silicona para prevenir la oxidación.
Con estos cuidados, las barandillas de aluminio conservarán su brillo y firmeza durante años, evitando el desgaste prematuro.
Limpieza de cristales y juntas en cerramientos
Los cerramientos de aluminio suelen incluir superficies acristaladas y juntas de goma que también necesitan mantenimiento.
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Usa un limpiacristales sin amoníaco o vinagre diluido.
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Revisa las juntas para retirar polvo y residuos con un cepillo pequeño.
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Evita aplicar agua a presión directamente sobre las juntas, ya que puede afectar su sellado.
Una revisión cada seis meses ayudará a mantener los cerramientos completamente herméticos y funcionales.
Consejos para conservar el brillo y la durabilidad
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Evita limpiar bajo la luz directa del sol.
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No dejes que el agua se seque sola sobre el aluminio.
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Aplica un protector de superficie una o dos veces al año.
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Revisa drenajes y juntas para evitar acumulación de residuos.
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En ambientes costeros, enjuaga con agua dulce cada pocas semanas.
Estas simples rutinas mantendrán las barandillas de aluminio y cerramientos en excelente estado, sin perder su aspecto original.
Errores comunes al limpiar aluminio
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Frotar con esponjas metálicas o productos abrasivos.
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Usar limpiadores fuertes que dañan el acabado.
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No secar la superficie después del lavado.
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Ignorar las uniones y los drenajes, donde se acumula suciedad.
Evitar estos errores garantiza una mayor durabilidad y una apariencia impecable en tus estructuras de aluminio.
Mantener cerramientos y barandillas de aluminio en buen estado no requiere grandes esfuerzos, solo constancia y los productos adecuados. Una limpieza regular mejora la estética, evita el deterioro y alarga la vida útil del material.
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